En el caso de eczema atópico la piel es más frágil, y entonces más sensible a las agresiones externas y a los alérgenos (polen, ácaros, pelos de mascotas, etc.), los microbios, o incluso los cambios de temperatura. Para evitar que estos agentes desencadenen la inflamación de la piel, deben adoptarse buenos hábitos en el hogar (ver artículo). Algunas recomendaciones son:
- No calentar la habitación a más que 18ºC para evitar que se seque el aire.
- Ventilar a diario para renovar el aire y así evitar que se acumulen los alérgenos y los microbios.
- Evitar las moquetas, las almohadas y los edredones de plumas, ya que acumulan polvo y ácaros
- Priorizar el uso de accesorios anti ácaros y sábanas de algodón o lino para la ropa de cama.
- Pasar a menudo el aspirador.
- Evitar fumar en interior: el tabaco puede empeorar los síntomas de la dermatitis atópica.
Un punto importante a tener en cuenta y debe desmitificarse es que sí se pueden tener animales de compañía en casa. Si no hay alergia, no hay por qué privarse de la compañía de una mascota. Sí que es recomendable evitar en la medida de lo posible que entren en las habitaciones y se suban a las camas.
Respecto a la ropa, hay varias reglas a respectar:
Regla número 1, ¡la ropa no debe picar! Hay materiales más difíciles de soportar que otros para alguien que sufre DA, y por eso es necesario elegir tejidos adecuados.
- Priorizar el uso de algodón o lino, y preferiblemente de color claro para evitar el contacto con tintes y tratamientos.
- Huir de los materiales sintéticos y tratados.
- Evitar los jerséis y gorros de lana
- Para los más pequeños, elegir pijamas de felpa suave.
- Quitar las etiquetas del interior de la ropa que puedan entrar en contacto con la piel
Regla número 2, ¡ni demasiado abrigados ni demasiado apretados! El calor favorece el picor y el rascado, así como la fricción con ciertos tejidos, por lo que se recomienda usar ropa holgada y transpirable.
En el deporte se debe de llevar ropa amplia también y no olvidar coger una muda de recambio. Conviene comprobar que las costuras no sean demasiado gruesas, ya que podrían irritar la piel debido a la fricción
Regla número 3, ¡cuidado con los detergentes!
- Priorizar el uso de detergentes líquidos; se disuelven en el agua con más facilidad y así puede limitar la presencia de posibles residuos en la ropa si no se aclara lo suficiente.
- Evitar los perfumes que sean alergénicos, ya sean sintéticos o naturales. En este sentido, debe limitarse el uso de los suavizantes ya que contienen muchos agentes perfumados y sintéticos. Es mejor usar la secadora, que deja la ropa más suave y flexible.
- Evitar los aceites esenciales que pueden ser irritantes, particularmente para la piel de los bebés.
- Cuidado con los mensajes “hipoalergénico” o “probado dermatológicamente”, que se refieren a pruebas en piel de adultos y no de niños. Sólo fiarse en la etiqueta “Alérgenos controlados”. Garantiza la exclusión de cualquier sustancia de la lista de sustancias con potencial alergénico, como los perfumes (linalool, limoneno…) o conservantes como las isotiazolinonas.
Adoptando buenos hábitos podemos espaciar o incluso reducir la intensidad de las crisis.